Introducción
Cuando una empresa considera una deuda como “irrecuperable” y la saca de su contabilidad, se dice que esa deuda ha sido castigada. Sin embargo, el hecho de que ya no figure en los libros contables no significa que no se pueda recuperar.
En este artículo aprenderás qué es una deuda castigada, cómo se origina y cuáles son las formas legales de recuperarla en el Perú.
¿Qué es una deuda castigada?
Una deuda castigada es una cuenta por cobrar que ha sido eliminada del balance contable de la empresa por considerarse incobrable, ya sea por antigüedad, falta de contacto con el deudor o negativa persistente de pago.
Se castiga contablemente, pero el derecho de cobro sigue existiendo legalmente.
Causas comunes de castigo de deuda
- El deudor no tiene contacto desde hace años
- La empresa no tiene recursos para seguir persiguiendo la deuda
- El monto fue considerado muy bajo para judicializar
- El cliente desapareció o cerró operaciones
- Ya se intentaron gestiones sin éxito
¿Se puede recuperar una deuda castigada?
Sí. A pesar de estar “fuera de los libros”, la ley peruana permite reclamar el pago de una deuda mientras no haya prescrito (plazo legal de 10 años en la mayoría de casos civiles).
Con una buena estrategia de cobranza legal y contacto efectivo, es posible recuperar parcial o totalmente ese dinero.
Formas de recuperación de deudas castigadas
- Gestión extrajudicial especializada
Reestablecer contacto con el deudor, evaluar su situación actual y negociar acuerdos. - Reactivación contable si se logra el pago
Si el cliente abona, puedes reflejarlo como ingreso extraordinario. - Cobranza judicial
Si el monto lo justifica, es posible interponer una demanda para ejecutar el cobro. - Tercerización del cobro
Delegar el proceso a empresas especializadas como Cobros & Recuperos S.A.C., con experiencia en este tipo de cuentas.
Conclusión
Las deudas castigadas no son deudas perdidas. Con conocimiento legal, estrategia y herramientas adecuadas, muchas empresas logran recuperar activos olvidados que pueden marcar la diferencia en su flujo de caja. No subestimes el valor de una cartera antigua; a veces, ahí está el dinero que estás buscando.
